domingo, 23 de marzo de 2014

Una ola, dos direcciones.

Entretenimiento para unos; obstáculos para otros. Oscilaciones comandadas por los vientos: paulatinas y débiles; ó dinámicas y bravas, sobre la superficie del gigante azul actúan, llevando su firma en naufragios, causando destrucción y muerte. Aleatoriamente, intervienen en el camino del marino, a causa de vendavales, sin conocimiento del daño consumado.
Fruto de la naturaleza más arbitraria, formando su fuerza mar adentro para así llegar hasta el litoral, a las playas, a modo de regalo para aquellos deseosos por deslizarse sobre su ondulada figura.
Dos posturas paradójicas de éste fenómeno, inherente a la naturaleza, que por un lado: siembra la más absoluta devastación; y por otro lado, un subidón penetrante de adrenalina y satisfacción.

sábado, 22 de marzo de 2014

Ser un marino

Sólo, apartado de todo lazo familiar, olvidado por muchos, recordado por pocos, se halla el marino ahora a bordo del barco en cuyo destino ha encomendado su vida, no teniendo temor a la muerte que en el mar pueda sucederle. Desolado; entristecido; son solo uno de los pocos estados de ánimo pesimistas que el marino afronta en su angosto camarote. Se encuentra fatigado, no sabe qué hacer...de joven le pareció una experiencia única el navegar, ahora, muy bien entrados sus cuarenta años, aquél muchacho con ganas de comerse el mundo, de plantar cara a los siete mares, se halla en un estado completo de amargura y penuria. pues se acerca su cincuenta cumpleaños y se encuentra a más de cinco mil kilómetros de su familia; sus amistades;, en aquél océano donde los únicos que le acompañan son otros desgraciados que como él, añoran y lloran por sus familias que en tierra firme se ubican. Aún con todo el dolor, sufren cada día esta tremenda amargura, pero saben que sin ellos, el mundo no sería lo mismo, y por eso luchan día tras día y vencen al amargo aislamiento como buenamente pueden. Es por esto, por lo que doy gracias a estas personas, que sin su esfuerzo a la contribución del bien social, no podría sustentarse el mundo en el que vivimos. Por todo ello, gracias.